sábado, 21 de abril de 2018


Sigue estando mi esencia. Sigo siendo siendo yo. Puede sonar narcisista y sobre-valorar, pero no. Todo lo contrario.
Estoy bien. Demasiado bien... No me hace falta tener que decirlo para saberlo.. Estoy bien y se me nota, desprendo y absorbo buena energía, la gente me lo dice. Me lo dicen espontáneamente y en los momentos menos esperados, y no solo una sino que dos, o tres, o cuatro. Pero no hace falta que me lo hagan notar por que repito, lo siento así. Y si,  lo reconozco mas allá del espejo. Estoy bien y me siento bien.
Valentía. Dolor. Un actor de tan gran valentía y momentos de tanto dolor me permiten encontrar los frutos de los que ahora estoy disfrutando. 
Estoy bien, lo se. No solo estoy; no solo respiro;  no solo me preocupo por sobrevivir; también vivo.  Aprendiendo a disfrutar y a disfrutarme, a dar y sobretodo a darme: darme oportunidades, darme experiencias, darme la libertad de crecer y de conocer horizontes nuevos, darme la oportunidad de conocerme, de retarme y reconocerme, de atribuirme a mi cada uno de mis cambios, de explotar y gozar de mis talentos, de escuchar mi voz interna y seguir mis instintos naturales. De sembrar mi esencia en cada uno de los matices de mi vida que para ser honesto son bastantes.
Vivo aca, vivo ahora, trato de vivir mi día en conciencia plena, de no pensar en el ayer y no planear el mañana. Amo, doy, agradezco, sigo y me dejo seguir. Siento mi corazón, mi respiración, la energía de mis propias vibraciones.

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